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"Regreso" (帰還, Kikan) es el capítulo número 43 de The Lost Canvas, ubicado en el Volumen 6 de la obra, puesto a la venta 8 de noviembre de 2007.

Sinopsis[]

Alone fuerza un sonrisa y le dice a Athena que él es Hades, el dios del infierno y acto seguido mueve uno de sus brazos hacia atrás; una gigantesca ráfaga de luz cae sobre el reloj de fuego y se divide en varios pequeños rayos de energía que se dirigen un poco por todo el Santuario, creando el caos y destruyendo todo lo que tocan. Soldados y aprendices corren alarmados, el caos reina en el Santuario; la destrucción ha llegado en varios rincones haciendo caer murallas y columnas, algunas estructuras se han venido abajo prendiéndose en fuego. Los impactos han provocado un ruido intenso que tras el choque ha resonado por todas partes a los alrededores. Los caballeros de oro que están en el Santuario salen hasta la entrada de sus respectivas casas para ver lo que ocurre; el caballero de oro de Escorpio dirige su mirada hacia el reloj de fuego y nota la figura de un hombre; el caballero dorado de Cáncer reconoce al recién llegado que se encuentra flotando al costado del reloj mirando fijamente hacia el templo de Athena y piensa que no es imposible lo que está viendo, que el rey Hades haya venido personalmente al Santuario; Shion de Aries y Dohko de Libra también salen desde sus respectivas casas y observan a su enemigo, ambos con los puños fuertemente cerrados adoptan posiciones hostiles; el primero piensa que los está subestimando al ingresar al Santuario sólo mientras que el segundo recuerda que fue Hades quien destruyo el pueblo de Tenma matando a todos sus habitantes y esa frustración lo hace enfurecer. Tanto Libra como Aries elevan sus cosmos al máximo, dispuestos a ir enseguida a atacar.

Hades nota la tensión que su presencia ha producido, sobre todo entre los caballeros dorados y levantando uno de sus brazos extiende su cosmos sobre las doce casas. Mirando fríamente hacia sus enemigos, les dice que ha pasado mucho tiempo desde que no veía a Athena y unos caballeros impertinentes no le van a estropear el momento, y les pide que se queden quietos y se comporten mejor. Su gigantesco cosmos ha cubierto los doce templos sagrados y los caballeros de oro sienten una enorme presión sobre sus cuerpos que los estampa contra el suelo mientras luchan por permanecer en pie. Sagitario y Tauro han regresado rápidamente frente a Athena y segundos después sus cuerpos de desploman por la terrible presión y luchan arrodillados para no caer completamente.

Templo de Athena:

Sasha mira a sus dos protectores caer por el tremendo cosmos que los rodea y los llama desesperadamente, los movimientos de Aldebarán y Sisyphus han sido sellados y no logran moverse ni un centímetro. Ambos guerreros están preocupados y se preguntan si ese es el poder de Hades. De repente una fría y tranquila voz le dice a Athena que ahora ningún humano en las doce casas puede moverse y que nadie vendrá a perturbarlos. Alone llega frente a ella y le dice dirigiéndose a diosa y no a la humana que después de más de doscientos años vuelven a encontrarse. Sasha se pone en pie y con nostalgia lo llama hermano. Nuevamente Hades le responde que él ya no es su hermano y que el único lazo que los une es el de la guerra y el del combate. Con un gesto, Athena le pide a Atla que se aleje un poco y con mucha tristeza en la mirada le dice a Alone que está mintiendo; ella no logra asimilar que su hermano ha desaparecido y que en vez de encontrar a ese persona a quién tanto quiso, tenga frente a ella a su enemigo. Hades se mantiene flotando en el aire a unos cuatro metros de distancia, su cuerpo se mantiene calmado y con la frialdad que lo caracteriza le dice a su gran enemiga desde los tiempos mitológicos que es un tonta que conserva sus recuerdos de humana y que es absurdo apegarse a esos sentimientos, y que además no tiene sentido llevar una vida en la cual se carga sobre los hombros la tristeza y el sufrimiento. Que aunque siga intentando comportarse como un humano, esos días de su infancia no regresarán. Los ojos de Sasha se ponen vidriosos antes tales declaraciones lo que hace que Alone le reproche que no pueda abandonar esos días del pasado. A pocos metros de distancia, los dos caballeros de oro han contemplado toda la escena y Sisyphus de Sagitario eleva sus cosmos e intenta ponerse en pie.

Sagitario logra pararse con mucha dificultad, aun luchando contra esa fuerza invisible que intenta clavarlo contra el suelo; Aldebarán lo ve incrédulo sin poder mover si quiera un dedo y piensa que es su compañero terrible testarudo que ha logrado ponerse en pie. Sisyphus se encuentra medio encorvado combatiendo con todas sus fuerza por no caer, de uno de sus hombreras saca un flecha dorada y luego procede a elevar más su cosmos apuntando con arco y flecha hacia el corazón de Hades. Alone lo mira sin darle importancia y le dice que aquel que se atreve a apuntar con una flecha a dios no puede ser más que un miserable. La presión incrementa de golpe y Sisyphus se estrella contra el suelo con un tremendo estruendo, el fuerte golpe le ha provocado algunas heridas y comienza a sangrar de un lado de la cara, pero aun así, no pierde a su objetivo y con mucho esfuerzo se para nuevamente. Los ojos de ambos rivales se cruzan, uno refleja la desesperación mientras que el otro la curiosidad. Alone por fin gira su cabeza para verlo de lleno y le comenta que ya lo había visto en otra ocasión, que él es el hombre que se llevó a Athena de la aldea hace cinco años. Sasha unos metros más atrás contempla toda la escena con tristeza y nerviosismo. La flecha de sagitario se vuelve a unir al arco dorado y apunta al corazón una vez más, Sisyphus le responde al señor de la muerte que por supuesto que trajo a Athena al Santuario, que era su deber como caballero protegerla. Sin dejar de mirar fijamente a Hades, se dirige a Athena y le dice a pesar de cumplir con su misión y ponerla a salvo, siempre se preguntó porque ella nació y se crió al lado de Alone y de Pegaso, que como humana que es, ella deseaba de todo corazón proteger a su hermano cuando eran niños, a ese chico que se iba convertir en el receptáculo del espíritu de Hades… ofreciéndole todo el amor posible para evitar esta guerra santa. Alone lo mira sin inmutarse, aun flotando a un par de metros del suelo, que ahora que Hades, ese amor del que habla ya no tiene ningún sentido para él. Sisyphus se prepara para el ataque, le responde a Hades que se equivoca, porque para ellos, caballeros, ese amor que les da Athena es sinónimo de ¡esperanza! Sus enormes alas doradas se abren y soltando todo su poder la flecha de Sagitario es lanzada envuelta por una luz brillante dejando a su amo atrás.

Hades le dice que es un pobre idiota al levantar su puño contra dios; levantando su palma hacia adelante hace que la flecha que viajaba a gran velocidad cambie su trayectoria y se regrese para clavarse en el corazón de Sisyphus, el guerrero cae de rodillas, derrotado y deja caer su arco dorado al suelo. Aldebarán de Tauro, inmóvil, intenta socorrer a su amigo en vano, Sasha murmura el nombre de su hermano incrédula y un momento después su ira estalla. Esta vez lo llama como Hades y con la mirada lo reta a luchar, su cosmos empieza a elevarse y sosteniendo firmemente su báculo sagrado se dispone a enfrentar al que una vez fue su hermano. Alone sonríe y le dice que por fin, la diosa de la guerra se digna a actuar. Sin mucho preámbulo, Hades hace aparecer una espada entre sus manos, ni más ni menos que la legendaria espada del rey de los infiernos. Ambos rivales se preparan para atacar y cuando un fuerte y brillante luz aparece frente a ellos interrumpiéndolos.

Hades y Athena retroceden de un paso, estupefactos; el gran resplandor envuelve el lugar y un hombre se materializa entre ellos dos tele transportándose con éxito. El caballero de Pegaso aparece con una nueva armadura, una pulsera de flores a la que sólo le queda un pétalo y un enorme rosario rojo de ciento ocho cuentas, de las cuales cinco han cambiado de color. La cara de asombro de Alone se disuelve al instante al verlo y con una sonrisa le dice a Tenma que los hizo esperar mucho. Pegaso se coloca frente a Sasha protegiéndola y le responde a su ex amigo que es un pésimo comentario el que le hace, pero como se lo prometió en el infierno, lo hará regresar aunque sea por la fuerza.

Personajes[]

Técnicas[]

  • Flecha de Oro de Sagitario

Categoría[]

Fuente[]

Blog de Saint Seiya: The Lost Canvas 43

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